Las delicadas y sagradas páginas nos han conservado y trasmitidos los nombres de varias mujeres ilustres que se distinguieron y señalaron ya por su espíritu de porfía, ya por ser cualidades o prendas personales. Esta dama benefactora nació en Tacna en 1859, siendo sus padres don Ventura Vargas y doña Jesús Valderrama, renombrada familia tacneña, tuvo una vida muy agitada en el comercio sur peruano, se casó en Tacna, el 29 de septiembre de 1877 a los 18 años con Don Enrique Köster Jiménez, formaron una ejemplar pareja en la vida porteña de inicios del siglo XX, de cuya unión procrearon 9 hijos: 6 de ellos nacieron en Arica, dos en Tacna y una en Mollendo.

Graciela Victoria Köster Vargas nació en 1899, es la única hija mollendina de esta paradigmática familia, ella años después decide trasladarse a Chiclayo donde se casa con don Juan Manuel Araujo Zamora, falleciendo en Lima el 20 de mayo de 1991 a los 92 años de edad.

Doña Delmira fue una mujer caritativa, gran parte de su vida la pasó al lado de su esposo Enrique, hasta 1912 en que fallece y queda viuda, pero siguió realizando obras benéficas a favor de los más necesitados, tuvo una empresa comercial en la primera cuadra de la calle Arequipa, su residencia la tenía en el Boulevard Las Huertas, una de las primeras casas instaladas en este sector, donde ya se notaba la extensión urbana de la ciudad debido al avance comercial portuario.

Causó mucha pena cuando doña Delmira viajó a la eternidad el 11 de diciembre de 1945 a la edad de 86 años, Mollendo no debe olvidar a las mujeres que ayudaron a su prójimo, a costa de su salud y su bienestar.