ENRIQUE KÖSTER JIMÉNEZ
Fundador de la Beneficencia

Fundador de la Beneficencia Pública de Mollendo
Juan Enrique Köster Jiménez nació en el puerto del Callao, el 19 de mayo de 1853, fueron sus padres el inmigrante alemán procedente del puerto de Hamburgo don Herman Julius Köster Wolbrecht (1812-1884) y doña Micaela Wenceslada Jiménez.
Enrique se bautizó el 30 de julio de 1853 en la parroquia San Marcelo de Lima.
Del matrimonio Köster-Jiménez fueron 5 hijos: Julio, Leoncio, Rafael, Lidia y Enrique Köster Jiménez.
El joven Enrique realiza sus primeros estudios en el puerto del Callao, luego se traslada a Lima, para luego viajar a Tacna, en el campo del negocio, por entonces el comercio estaba en su mejor auge, es en esta ciudad donde conoce a la damita tacneña Delmira Vargas Valderrama y a los 24 años contrae matrimonio el 29 de septiembre de 1877 en la parroquia San Pedro de Tacna, ella tenía 19 años, de esta unión tuvieron 9 hijos: Juan Enrique, nació en Arica el 20 de septiembre de 1878, Delmira, nació en Tacna el 29 de febrero de 1880 Juan Jorge, nació en Arica el 4 de febrero de 1885, Carlota, nació en Arica, el 24 de octubre de 1886 Germán nació en Arica el 8 de septiembre de 1888, Luisa, nacida en Arica el 21 de junio de1890, Rosa, en Tacna en 1893 María, nació en Arica el 17 de mayo de 1895, y Graciela Köster Vargas nació en Mollendo en 1899.
A través de 25 años trabajando en el comercio viajaba constantemente entre Arica y Tacna, tuvo notable participación en la vida social de ambas ciudades, fue comandante de la Compañía de Bomberos Salvadora Arica, cuando todavía pertenecía al Perú.
Ya por los problemas que el país vivía por ser Tacna y Arica ciudades cautivas de Chile como consecuencia de la terrible Guerra del Guano y el Salitre, los esposos Köster Jiménez deciden viajar a Mollendo en busca de nuevas oportunidades laborales.
Instalado en Mollendo, puerto que también soportó los horrores del conflicto armado de 1879 pero que se recuperó notablemente al concluir esta guerra, fue propicia para la llegada de gran cantidad de ciudadanos peruanos irredentos, otros expulsados, para empezar de nuevo.
Don Enrique no solo se dedicó a sus actividades comerciales, sino que participó en la vida social de la ciudad que empezó a cobijarlo, ingresando el 25 de agosto de 1895 a la Compañía de Bomberos Nro.1 en su condición de Comandante, lo cual tenía experiencia bomberil.
A él, le corresponde la reorganización de la Compañía que pese a que tenía 9 años de existencia la encontró en un estado preocupante, logra tomar en serio su misión, trabajando íntegramente, convocando a los antiguos voluntarios, solicita óbolos mediante la colecta pública, organiza funciones teatrales con los bomberos, reuniendo fondos para poder comprar una serie de implementos y materiales para la Compañía, crea por primera vez la banda de guerra y música para ofrecer retretas en la plazuelas del puerto, realizó una buena acción directriz, que le valió para ser elegido nuevamente para el período de 1909-1910.
Al ingreso del siglo XX don Enrique Köster motivado por su pasión al altruismo funda junto a un grupo de benefactores, la Sociedad de Beneficencia Pública de Mollendo, siendo su primer presidente el 21 de enero de 1901, el local de la flamante institución funcionó eventualmente en los ambientes de la Compañía de Bomberos Nro.1, la primera acción que realiza don Enrique es conseguir rentas de la Beneficencia para la construcción y sostenimiento del Hospital de El Carmen.
La vida de don Enrique fue fructífera, bienhechor, carismático, consecuente con sus ideas sobre todo para servir a los más olvidados, en una ciudad que se recuperaba de los estragos de la guerra externa, el incremento del desarrollo comercial, ya vivía su época de oro por el boom portuario que durará hasta la década del 40 del siglo XX, pero se notaba cada vez la presencia de personas con escasas posibilidades de sostenerse, menesterosos del destino, sumándose a estos males de la sociedad, las enfermedades sobre todo la TBC, la peste múrida y otros males del siglo.
El 24 de septiembre de 1912, recibe la Medalla de Oro, en prueba de recuerdo y agradecimientos prestados, en este acontecimiento emotivo recibe la Medalla doña Delmira Vargas su esposa.
El señor Ricardo Pérez Reyes, Comandante de la Compañía de Bomberos Nro. 1 dijo: Así también lamento con la Compañía toda, la infausta pérdida de nuestro Comandante Honorario, el distinguido y honorable señor Enrique Köster, que tanto hizo por el progreso y adelanto de la Institución, en mérito de cuya larga y perseverante labor, la Compañía le otorgó una Medalla de Oro, antes de su fallecimiento. La que será entregada a la muy digna matrona, que representa la familia doña Delmira Vargas de köster.
Don Abel J. Méndez afirmaba por esas fechas; Mollendo tiene un rico y noble abolengo, bastaría con señalar los nombres de Leopoldo Flórez Guerra Parra, Emilio Cazorla Belón y Enrique Köster Jiménez.
El 3 de agosto de 1912 fallece en completa paz celestial, a los 59 años el hombre que hizo de su vida, un paradigma de lo que debe ser un empresario y ejemplar benefactor. Sus restos se encuentran sepultados en el mausoleo de la familia al final de la principal avenida del cementerio general de Mollendo, junto a su esposa Delmira fallecida 33 años después de su adorado esposo en 1945.
Un aporte del Historiador mollendino Enrique Chávez Jara