Manuela Torres Valderrama, nació en la heroica ciudad de Tacna en 1874, siendo sus padres don Manuel Torres y doña Jesús Valderrama.

Aún joven junto a sus padres deciden viajar a Mollendo, debido a los maltratos y humillaciones que sufrían los peruanos irredentos que vivían en Tacna, ciudad que estaba en poder de los chilenos y la vida allí era insoportable. Es casi a finales del siglo XIX llega a Mollendo para empezar una nueva vida y reencontrarse con varias familias que llegaron tiempo atrás con la seguridad de tener el apoyo moral y social para poder enfrentar a la larga lucha por sobresalir.

Viviendo ya en Mollendo, se casa a los 27 años el 27 de marzo de 1901 con don Luis Ángel Dorich Meneses de la misma edad de Manuela en la Iglesia de la Inmaculada Concepción.

Su esposo Luis Dorich es descendiente directo del español don Alejandro Dorich Recasens y uno de los fundadores de Mollendo.

El matrimonio Dorich-Torres procreó 9 hijos: Luisa, Alejandro, María Elena, Alejandra María del Carmen, María Violeta del Carmen, Paquita, Jaime Alejandro y Luis Francisco José del Carmen Dorich Torres, todos nacidos en Mollendo.

Ella pertenece a un grupo de damas distinguidas de los círculos sociales del puerto, donde cumple una elevada función social llevando alivio y consuelo a los hogares, aquellos que están en desamparo, no solo ayuda material sino espiritual, dejando una felicidad a los niños y los ancianos.

Doña Manuelita como así la conocían fue una dama con bastante sensibilidad y amor al prójimo, su desvelo por los desheredados de la vida era cada vez más notoria en la cotidiana vida del puerto, pareciera que es en el hogar donde recibió las primeras enseñanzas sobre el servicio al anciano y los pobres, descubrió que estaba llamada a prestar su concurso para servir, que a medida que el movimiento portuario se desarrollaba intensamente, había cada vez más la presencia de gente humilde.

Ella asume la dirección de asistencia social de los pobres del Rotary Club de Mollendo, creando fondos para el sostenimiento del Asilo de Ancianos.

Manuelita, funda el Asilo de Ancianos el 31 de julio de 1923, junto a un grupo de madres benefactoras entre ellas Delmira Vargas de Köster.

Su anhelo era siempre que los desvalidos, se acerquen a una vida más digna, donde puedan tener los servicios básicos, integrarlos a la sociedad, lejos de su origen, condición social o credo, a ella se le podía ver transitando por las calles alejadas de la ciudad a fin de poder solucionar los problemas que afrontan día a día.

Al poco tiempo los años le van ganando la vida intensa que tuvo y por razones del trabajo de su esposo y sus hijos es que decide salir de la ciudad para estar en otros lugares de la República.

Manuelita fue una mujer cordial, ansiosa y aprensiva.