El primer fonógrafo que llegó a Mollendo fue un Edison con cilindros de cera a mediados de la primera década del siglo XX. Era novedoso escuchar en casa al cantante italiano Enrico Caruso (1873-1921) dotado de una voz de gran extensión y potencia, cuando es ese instante se encontraba ofreciendo un concierto en Milano, una manera de exaltación colectiva. Caruso es considerado como el mejor tenor de la época.

Al poco tiempo se moderniza este sonoro artefacto conocido como gramófono o la victrola de la RCA Victor "La voz del amo" (Victor Talking Machine, pat. en Camden, Nueva Jersey en 1904) con discos planos de carbón y "needles" descartables, con sus melódicos sonidos - natural voice - estas máquinas parlantes se escuchaban en esta ocasión en la esquina de la calle Comercio con Bolivia (hoy Córdova) ante impertérritos viandantes.