El escudo de Mollendo que fuera aprobado por el Concejo Provincial de Islay, el 1° de diciembre de 1965, lleva con todo orgullo una Heráldica y tiene las siguientes características:

Concibe dentro de la forma romana, dividido en tres campos, dos superiores y un inferior, llevando en el superior izquierdo, sobre un fondo verde dos chimeneas echando humo que se levanta sobre los edificios de una fábrica de harina de pescado, simboliza el reciente potencial industrial del Puerto que se subdivide a las necesidades de cientos de familias. En el superior derecho, el legendario Faro que con su luz intermitente señala al navegante el destino de su ruta y expresa a la vez el siempre creciente afán de superación cultural de sus hijos del viril puerto de Mollendo, todo el fondo azul y en el inferior el mar que siempre ha constituido el pedestal o atalaya de Mollendo, cuyas encrespadas olas en su diario estrellar se contrae nuestro enhiesto peñón y crean el temple del alma mollendina, y en su horizonte, en lontananza un buque proa hacia Mollendo a cuya vista, se agita nuestro puerto, movilizándose cientos de nuestros trabajadores marítimos y portuarios, las labores de embarque y desembarque, que les depara los recursos, substanciales de sus hogares, y finalmente en el cielo azul una ancla que trasunta ante el concierto de los pueblos de la Patria de decisión inquebrantable de Mollendo, de continuar legado, de seguir regándolo por haber nacido en este bendito terruño o de habernos identificado en sus anhelos aspiraciones. Y sobre el escudo, una leyenda evocadora de su fundación y sobre ella a manera de timbre, una gaviota que no solo simboliza nuestra riqueza guanera, sino también el innato espíritu rebelde y libertario de los hijos de Mollendo. Estando orlado por dos ramas de palma ligadas por una cinta con los colores patrios que evidencian el patriotismo y espíritu cívico de los hijos de esta tierra.

El creador del escudo ha sido el Sr. Raul Ponce Zegarra. El jurado estuvo integrado por el Dr. Moisés Torres Gonzales, Dr. Francisco Velarde Herrera, Padre Alfonso Castro, Sr. Raúl de Cáceres de Portugal, Dr. Carlos Cuba Valdivia, Sr. César O'Brien Chávez y el Sr. Manuel Mendoza Cuellar.

Un aporte del historiador mollendino Enrique Chávez Jara