Desde tiempos atrás, los mollendinos han adoptado la costumbre de realizar paseos y caminatas por las lomas de Mollendo. Esta actividad se ha convertido en una experiencia altamente desestresante, especialmente durante la temporada de primavera, que abarca los meses de setiembre, octubre y noviembre. En estos meses, las lomas se transforman en un tapiz verde debido a las lluvias suaves de invierno y primavera.

Caminar por las lomas bajo la lluvia es una vivencia única y llena de adrenalina. A medida que la densa neblina envuelve el camino, la experiencia se vuelve aún más intrigante. Sin embargo, el camino hacia la Cruz de Fierro sirve como guía, ayudando a evitar que los caminantes se pierdan en la bruma. Aunque siempre es recomendable contar con un guía local experto en la zona.

En días soleados, la caminata ofrece una perspectiva impresionante del paisaje costero. Desde la cima de la Cruz de Fierro, se puede apreciar la ciudad de Mollendo en su totalidad, así como las islas guaneras del distrito de Matarani y las playas de Mejía y Punta de Bombón. En condiciones atmosféricas ideales, incluso es posible divisar el Cráter del volcán Misti desde este punto elevado.

Otra ruta fascinante conduce a las lomas de Tintayani, un lugar rodeado de vegetación y árboles frutales. Este oasis en medio del desierto se alimenta de agua subterránea, visible en un túnel de unos 300 metros de largo dentro del cerro. Aunque Tintayani tiene un propietario, los visitantes son recibidos con amabilidad por el habitante local, lo que añade un toque auténtico a la experiencia.