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La Peregrinación Anual a la Cruz de Fierro

Un Legado Centenario de Fe y Devoción

Peregrinación a la Cruz de Fierro

En la tranquila localidad de Mollendo, cada 1° de noviembre se lleva a cabo una emotiva peregrinación que se remonta a los albores del siglo XX. La historia de este conmovedor evento tiene sus raíces en una directriz de la Santa Sede que instó a colocar una cruz en el punto más elevado del pueblo para dar la bienvenida al nuevo siglo.

El 1° de enero de 1900, el Presbítero Juan B. Arenas, acompañado de autoridades y devotos, partió de la maestranza del ferrocarril. A lomo de bestias, llevaban consigo una imponente cruz de fierro, aproximadamente de cinco metros de altura. Este cortejo singular se adentró en las calles de la ciudad, ascendiendo por la calle Tambo (Deán Valdivia), girando en la calle Mayor Blondell y cruzando la avenida Mariscal Castilla. La procesión continuó hasta alcanzar las alturas de los cerros, culminando en la cima del cerro Colorado, donde la cruz fue erigida.

La Cruz de Fierro, vista nocturna

En aquel mágico momento, se ofició la santa misa para celebrar el Año Nuevo y la llegada del siglo XX. Desde entonces, la Cruz de Fierro, con sus brazos indestructibles, se alza majestuosa en la cima, reflejando la luz del universo y proyectando su imponente presencia a las generaciones venideras. Este monumento se convierte así en un testimonio irrefutable del valioso legado de fe transmitido por las generaciones del siglo XIX.

A lo largo de los años, la peregrinación a la Cruz de Fierro se ha arraigado en la tradición del pueblo. Muchos jóvenes y familias enteras participan en este acto de devoción, subiendo los cerros para venerar la cruz y reafirmar su fe católica. Algunos incluso optan por iniciar su travesía desde la noche del 31 de octubre, pernoctando en las alturas y aguardando la llegada del Párroco. Este último, al llegar, celebra una misa especial y bendice el sudario donado por los fieles de la Cruz de Fierro.

Vista panorámica de Mollendo desde la Cruz de Fierro

La jornada concluye con un descenso hacia la ciudad, un camino que, lejos de ser simplemente un retorno, se convierte en una experiencia divertida y llena de aventuras. Esta peregrinación anual no solo es un acto de fe, sino también una manifestación viva de la conexión entre las generaciones pasadas y presentes, uniendo a la comunidad en torno a la Cruz de Fierro, símbolo perdurable de la espiritualidad del pueblo de Mollendo.

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2023-11-30 19:34:10
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