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VÍCTOR CANO ALCÁZAR

Vencedor en hechos de armas del 41

Victor Cano Alcazar

La existencia de Víctor Alberto Cano Alcázar no sólo representa la vida de un rnollendino honesto y capaz en un sentido general, fue el prototipo del joven inquieto que nunca bajó los brazos, un marino y trabajador incansable.

Si bien es cierto que nació en Lima el 23 de marzo de 1922, donde residió hasta los 7 años, luego se traslada con su familia a Arequipa donde hace estudios en el Colegio Nacional de la Independencia Americana, llega a Mollendo en el verano de 1932.

En el año 1940 se presenta a la Marina de Guerra para inscribirse de voluntario junto con amigos de colegio, cumplido los 18 años, ingresa al servicio naval cuyo lugar de concentración fue en el colegio María Auxiliadora, cuando estaba ubicado en la primera cuadra de la calle Alfonso Ugarte.

Arriba a Mollendo la motonave Urubamba de la Compañía Peruana de Vapores para trasladar a un grupo de jóvenes directo a la base naval de San Lorenzo (La isla más grande del Pacífico peruano) al noreste del Callao, ellos cumplen un adiestramiento militar, y el joven Víctor que estaba en este grupo es declarado apto para el servicio (abril de 1941) la instrucción es acelerada tanto de día como de noche, por mar y tierra, curso de manejo de armas, natación y supervivencia.

En ese año hicieron crisis los repetidos sucesos fronterizos acaecidos entre las repúblicas del Perú y Ecuador desde principios del siglo. La amarga experiencia de 1903 donde tuvo lugar la cruenta batalla de Angosteros, en las regiones del río Napo y, pese a haberse convenido en el protocolo del 21 de enero de 1904 aceptar el arbitraje español como definitivo, el gobierno ecuatoriano de aquella época provocó en junio de 1904 el combate de Torres Causana, habían transcurrido 38 años cuando desencadenaron en el conflicto fronterizo de 1941, Víctor Cano será testigo y combatiente en estos sucesos.

El presidente Prado reclamó enérgicamente el retiro de los puestos ecuatorianos en territorio peruano instalado en Matapalo, Noblecilla y la Meseta del Caucho y ante la negativa del gobierno ecuatoriano del presidente Carlos A. Arroyo del Río (1940-1944) decretó el 11 de enero de 1941, la formación del Agrupamiento Norte, siendo comandante de esta unidad el General chiclayano Eloy Gaspar Ureta (1892-1965) y jefe de Estado Mayor el Teniente coronel Miguel Monteza Tafur, militares de prestigio y preparación académica.

Cuenta don Víctor que el domingo 29 de junio de 1941, se encontraba en Chorrillos de franco junto a varios marinos, era fiesta del pescador, cuando a las 4 de la tarde el ronco sonido de la sirena del buque que llegaba del Callao anunció que inmediatamente subieran a bordo, para luego trasladarse a San Lorenzo, para tomar armamentos, estos novatos pensaban que eran maniobras de rutina, ya en el muelle de guerra del Callao, los aguardaba con bastante recelo y estricto secreto. Ese mismo día emprendían rumbo al puerto de Salaverry llevando víveres, recogen soldados y tres lanchones con personal en cubierta, Talara está a la media noche donde desembarcan las tropas de cubierta, luego se dirigen a la frontera en la Isla del Muerto (cerca de puerto Pizarro) frente al Ecuador.

Pasando revista a la tripulación del BAP Coronel Bolognesi en 1941 en la Base naval del Callao.

El BAP. Coronel Bolognesi (buque fabricado en Vicker, Inglaterra, botado en 1906) es un crucero explorador, desplaza 3,200 toneladas, y una potencia de 14,000 hp. y estaba dotado de dos cañones de 105 mm en popa y proa, ocho cañones de 76 mm, además de ametralladoras antiaéreas y cargas de profundidad, fueron varios días y noches de total incertidumbre que el marino Cano Alcázar junto a sus compañeros de armas tuvieron que vivir.

El 5 de junio de 1941, el Perú sufre la agresión de tropas ecuatorianas en Aguas Verdes, donde la acción defensiva se generaliza en toda la frontera norte, Aguas Verdes estaba defendida por miembros de la Guardia Civil, así se enteró posteriormente Cano Alcázar, como miembro de la tripulación se dirigen al puerto de Salaverry donde se reincorporan al teatro de operaciones el 9 del mismo mes, luego el 10 y el 13 para escoltar junto al BAP Almirante Villar, al convoy integrado por los transportes Mantaro y el Ireland de la Compañía Peruana de Vapores y el moto tanque Pariñas, transportando tropas y pertrechos del Ejército, donde bombardearon punta Jambeli y puerto Bolívar.

Narra además que logran desembarcar en mosquitos (lanchas flotadoras) artilladas de ametralladoras y motor fuera de borda, donde participa en enfrentamientos de tierra frente a un pelotón de 20 ecuatorianos que además portaban machetes, pasar la noche en los esteros era terrible, encuentran al día siguiente varios guardias civiles decapitados por el enemigo, pero en la refriega logran liquidar a varios invasores, donde capturan fusiles checos encajonados del buque cañonero ecuatoriano BAE Abdón Calderón que fueron enviados al BAP Almirante Villar.

La Armada Nacional ha estado tradicionalmente unida a la historia de la selva, es por eso que consideran como personajes marinos a Melitón Carbajal, Adolfo Morey Aras, Tomás Balcázar, Villalta, La Combe, Olivera Arbulú, Manuel Ontaneda y otros más.

Cuenta don Víctor que estuvo siete semanas de patrullaje en las costas del norperuano, navegando a oscuras (porque la orden era así) cuando frente a Talara a 30 millas su buque choca con un mercante holandés que tenía en sus bodegas pertrechos de guerra, creando pánico en la tripulación gracias a la maniobra del capitán logra solucionar esta arremetida, era maquinista de la tercera sección motores y en un mar infectado de mantas y tiburones, posteriormente es destacado a la base de Talara con 1,500 hombres, luego a la base El Pato.

Fotografía para la posteridad de la tripulación del BAP Coronel Bolognesi en 1942, en la base naval del Callao

Concluida la guerra regresa el 24 de agosto al Callao y se queda en la Armada y viaja en comisiones navales a Miami y Cocosolo (base aérea naval de la zona del canal de Panamá de la Marina norteamericana).

Fotografía para la posteridad de la tripulación del BAP Coronel Bolognesi en 1942, en la base naval del Callao.

El 3 de octubre de 1948 el general Manuel A. Odría derroca al presidente José Luis Bustamante y Rivero en un golpe militar que habrá de durar 8 años, Odría fue jefe de Estado Mayor de la primera división ligera establecida en Piura durante el conflicto del norte, y el capitán de puerto del Callao, el Cap. de Frag. Aureliano Navarrete Carmelino, Cano Alcázar servía a bordo del BAP Coronel Bolognesi.

Es destacado posteriormente a la capitanía de puerto de Mollendo, cuando la sede funcionaba donde era la Agencia Marítima esq. Huáscar- Blondell es allí donde vuelve a encontrarse con don Aureliano Navarrete ya retirado de la Armada peruana y luego alcalde de Mollendo, fueron compañeros de armas.

Laboró también en la Comisión Controladora de Trabajo Marítimo, por el lapso de 10 años, toda una vida dedicada al mar.

El Tec. de 1ra AP (r) Víctor Cano es un marino por antonomasia, a quien por entonces se le conocía como "Canito", por su menuda y fuerte complexión física, conversar con él resulta sumamente interesante, pero lo que más llama la atención es que luce con orgullo varias condecoraciones recibidas en diversas épocas como el 31 de Julio de 1966 en que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas le otorga un diploma por haber participado en forma activa en la Campaña del 41, como "Vencedor de la Campaña Militar de 1941".

El 9 de diciembre de 1968 el presidente Velasco Alvarado, le entrega la condecoración de la Orden Militar de Ayacucho, en el grado de Caballero.

El 1 de junio de 1971, el gobierno le otorga la condecoración Cruz Peruana al Mérito Naval en el grado de Oficial, Distintivo Blanco.

El 5 de octubre de 1976 el Ministro de Marina, Canciller de la Orden le otorga la Cruz Peruana al Mérito Naval en el grado de Comendador.

Pese a su comportamiento valeroso en campaña y a sus reconocidos méritos militares con el que ganó sus posteriores ascensos, hoy el ejemplo de este hombre entre hombres, se refleja en la acción civil, retirado de la vida naval demuestra que también se puede ser valiente cuando consagra su vida a la honestidad.

Trabajó 38 años, 11 meses ininterrumpidos, no conoció vacaciones, en 1980 pasa al retiro, vivía en la quinta cuadra de la calle Blondell.

El 26 de julio del 2003 a iniciativa del joven subprefecto de la provincia de Islay Gustavo Robles Fernández, identificado con la historia de nuestro pueblo y con motivo de rememorar el 62 aniversario de la Campaña Militar del 41 rinde por primera vez homenaje y reconocimiento a los combatientes y marinos mollendinos; Tec. Sup. AP (r) Víctor Cano Alcázar, los cabos de 1ra Melecio Araníbar Salas, Zenón Valdivia Bedregal, Julio Velarde Ortega, Guillermo Chávez Díaz, Genaro Minaya Álvarez y Santiago Gordillo, fue un acto patriótico que los libros de historia por pecado de brevedad obviaron (esta ceremonia con los cambios de autoridades con limitadas vocaciones históricos culturales nunca volvieron a realizarse).

Repetimos Canito nunca bajó los brazos ni a la adversidad, la indiferencia de todas las autoridades locales y navales que por falta de identidad desconocen a este importante personaje que a diario transitaba por las evocativas calles de Mollendo, luchó en forma tenaz y valiente contra la enfermedad y los años.

Finalmente, a los 91 años vuelve a la eternidad para estar en la inmensidad de los cielos y los mares, el 9 de abril del 2013 en Arequipa, sus restos fueron inhumados el 11 del mismo mes en el nicho Nro. 422 del pabellón Santa Rosa del Cementerio de Mollendo en una tarde de sol otoñal.


Un aporte del historiador mollendino Enrique Chávez Jara.
JULIO VELARDE ORTEGA
JESÚS SÁNCHEZ LLOSA
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2024-10-20 07:15:49
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