BERNARDO SMITH
Héroe naval vivió en Mollendo

Bernardo Smith Cornejo, nació en Arica, en 1847. Sus padres fueron don Carlos Smith y doña Manuela Cornejo, pertenece a distinguida familia ariqueña.
Estudió la instrucción secundaria en Valparaíso, luego siguió la carrera naval en el Perú, se graduó de Guardiamarina el 4 de agosto de 1865, cuando frisaba los 19 años participó en el año 1866 en el Combate de Abtao (Chile) contra la escuadra española; el Congreso de la República le otorga la medalla el ascenso inmediato y luego, en la Guerra del Guano y del Salitre en 1879 donde es sobreviviente de aquella jornada.
El historiador Gerardo Vargas Hurtado, le hizo una entrevista en 1916, cuando ya radicaba en Mollendo, entonces Smith como integrante de la dotación del Monitor Manco Cápac, (vapor a torreón) con el grado de teniente primero graduado, participó en la defensa de Arica el 7 de junio de 1880, y narró la siguiente historia: "A las 8 y minutos de la mañana, al ver que se clavaba una banderola chilena en la fila de sacos de arena que formaba el parapeto de uno de los cañones del morro, que miraba hacia el mar y que después allí se nos hacía fuego de fusilería, dejamos el fondeadero y al hacerlo hicimos disparos de cañón sobre un regimiento chileno que avanzaba sobre los fuertes del norte (el Lautaro) que habían sido volados y su gente encaminada hacia el morro, en unión de los batallones "Iquique" y "Tarapacá", el primero al mando del doctor Roque Sáenz Peña (argentino) y el segundo el teniente coronel don Ramón Zavala, estas fuerzas apenas alcanzaron las faldas del morro, pudiendo subir solo unas pocas compañías ... parada la máquina del monitor frente al río San José y como a dos millas de tierra, en la línea de Chacalluta, el comandante José Sánchez Lagomarsino, ordenó que se abrieran las válvulas y demás, para que el buque se llenara de agua y se prendiera la mecha de dinamita depositada en la sección proa, la tripulación toda se embarcó en los botes y en la lancha a vapor Sorata y Alianza que comandaba el comandante ariqueño Manuel Fernández Dávila, recibió orden de salir del puerto y tratar de salvarse, yendo al norte (Mollendo), como los cañones quedaron fuera de la torre, al llenarse de agua, el buque en lugar de irse a pique se dio vuelta de campana, quedando la quilla para arriba haciendo explosión; es probable que se hicieran pedazos los fondos.
La tripulación embarcada en los botes vio con pena hundirse el buque que todos queríamos y en el cual el suscrito había pasado más de dos años, Lo que vino después fue el cautiverio en la prisión de San Bernardo, cerca de Santiago pero antes, mientras se encontraban detenidos a bordo de los buques chilenos surtos en la bahía de Arica, muchos soldados trataron de quitarle la vida, por lo que hubo necesidad, según relató, "del blindado Cochrane al vapor Limarí 25 marineros armados" para protegerlos. Bernardo Smith una vez terminada la guerra retorna a Arica siempre en su labor de marino no sólo en la Costa sino también en el apostadero del Lago Titicaca embarcado en los vapores Yavari y Yapurá, luego de servir en esa zona logra el grado de capitán de corbeta, donde siguió desempeñando importantes cargos a la institución que le había dedicado tantos años de su vida, donde se retira con el grado de capitán de fragata en junio de 1915. Posteriormente decide radicar en el puerto de Mollendo, donde hizo una gran actividad como empresario, comerciante, perteneció al club Social, se consideró como un mollendino adoptivo donde tenía su casa en la Plaza Grau Nro. 10 nuestro héroe, fue un patriota convencido.El 3 de diciembre de 1908 el Gobierno por Ley Nro. 884 concede un premio pecuniario al Teniente Primero de la Armada, por ser héroe reconocido por Ley.
Bernardo Smith Cornejo, fallece a las 12.15 del sábado 20 de julio de 1919 a los 72 años de edad, víctima de bronquitis crónica, y dilatación cardiaca, atendido por el Dr. Aurelio de La Fuente, sus restos descansan en el nicho Nro. 47 del cuartel San Andrés del cementerio general de Mollendo.
Un aporte del historiador mollendino Enrique Chávez Jara